Las lentillas son una alternativa práctica al uso de las gafas. Aunque son cómodas y fáciles de utilizar, debemos elegir las más adecuadas para nosotros y tener claro cómo usarlas correctamente. Así, conseguiremos adaptarnos a las necesidades de nuestros ojos.
¿Qué son las lentillas?
Las lentillas son un producto sanitario. Consisten en una lente fina y curvada que se coloca sobre la película lagrimal que recubre nuestro ojo y ayudan a corregir problemas visuales, tales como:
- Miopía.
- Hipermetropía.
- Astigmatismo.
- Presbicia.
Ventajas de usar lentillas
Las lentillas, a diferencia de las gafas:
- Ofrecen mayor campo de visión.
- Son muy prácticas, permitiendo una mayor libertad en actividades diarias, en actividades físicas o deportivas.
- No se empañan con los cambios de temperatura.
- Son más cómodas.
Además, si estéticamente no te gusta utilizar gafas, las lentillas son una solución.
¿Cómo elegir la lentilla que se adapte a ti?
Para elegir lentillas, es necesario tener en cuenta:.
- Graduación.
- Hábitos y estilo de vida.
- Salud ocular.
- Preferencias personales.
Una vez tengamos en cuenta todos estos factores, podemos elegir el tipo de lentillas en función de la duración o frecuencia de uso:
Lentillas diarias
- Modo de empleo: pueden utilizarse un solo día y se desechan.
- Recomendación: Ideales para un uso ocasional o en personas que sufren alergias.
Lentillas quincenales
- Modo de empleo: Se utilizan durante 15 días, deben retirarse cada noche.
- Recomendación: para aquellas personas que prefieran no desechar lentillas. Requieren una higiene específica.
Lentillas mensuales
- Modo de empleo: Pueden utilizarse 30 días, pero hay que quitarlas cada noche.
- Recomendación: para aquellas personas que prefieran no desechar lentillas. Requieren una higiene específica.
Correcto uso de lentillas
Como consejo para el uso de lentillas, debes conocer la importancia de utilizarlas correctamente para evitar problemas en nuestro ojo y permitir que sigan ejerciendo su función:
- Higiene ante todo: lava bien tus manos antes de manipular las lentillas. Evita el contacto de la lentilla con agua del grifo o saliva, utiliza líquidos específicos para la limpieza y conservación de las lentillas, sobre todo si son quincenales o mensuales.
- Respeta los tiempos: no uses lentillas más allá del tiempo indicado.
- Si algo va mal, para: no las uses si están dañadas o caducadas. Interrumpe su uso si sientes dolor, visión borrosa, sensibilidad o enrojecimiento, consulta con tu médico.
La clave: hidratación ocular
El uso de lentillas puede alterar la película lagrimal y producir sequedad ocular. Por ello, si sufrimos sequedad, sentiremos:
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño.
- Ojos rojos o cansados.
- Molestias al parpadear.
- Ardor, picor.
Esto se debe a que la lentilla se coloca sobre la película lagrimal, interfiriendo en la distribución de la lágrima. Para remediarlo, nuestra recomendación farmacéutica es utilizar lágrimas artificiales para hidratar y lubricar el ojo.
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