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Antes de profundizar en la formación de gases y como se acumulan en el intestino, debemos conocer cuál es el funcionamiento del aparato digestivo, que se extiende de la boca hasta el ano.
A grosso modo, la digestión comienza desde la boca donde los alimentos son triturados y pasan por el esófago hasta llegar al estómago. Una vez allí se disuelven de forma parcial para pasar al intestino delgado donde se mezcla con los jugos gástricos para pasar el intestino grueso. Una vez que el alimento llega al intestino grueso, las bacterias fermentan los hidratos que aún no se han digerido en el intestino delgado y forman los desechos y gases que se suelen expulsar por el ano.
Los gases intestinales son el aire acumulado en el intestino. A pesar de que suelen expulsarse por el ano a través del recto o puede expulsarse por la boca a través del tubo digestivo.
La acumulación de los gases es una dolencia muy común que se da de forma habitual, provocando dolor abdominal. Hinchazón Aunque Ese tipo de síntomas también puede ser ocasionado por ciertas enfermedades del sistema digestivo como puede ser el síndrome del colon irritable.
Siendo una etapa de continuos cambios, durante el embarazo se sufren alteraciones hormonales, que afectan de forma directa a la formación de gases. La digestión se ralentiza y el desplazamiento del intestino provoca aumente la formación de aire y acidez.
Los gases están muy ligados a los alimentos que consumimos, por lo que hay ciertas comidas que pueden provocar el exceso de producción de estos.
Hemos recogido algunos de los factores alimenticios que más pueden afectar a generar gases:
Nota: Si padeces dolores muy fuertes o tienes síntomas que no se suelen dar en este tipo de trastorno, no dudes en acudir a tu médico. Puede que se trate de otro tipo de problemática digestiva.