Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes, y difíciles, que una persona puede tomar por su salud. En este artículo hablamos de los mitos más comunes que circulan en torno a abandonar el tabaco, sus efectos negativos en nuestra salud y qué hacer para dejarlo de forma definitiva. ¡Sigue leyendo!
Dejar de fumar: mitos más comunes
Mito 1 “Dejar de fumar engorda inevitablemente”
Aunque algunas personas pueden ganar algo de peso al dejar de fumar, no se debe al cigarrillo en sí, sino a cambios en la rutina y en el metabolismo. Te contamos por qué:
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El gusto y el olfato se recuperan, lo que hace que la comida resulte más apetecible.
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Algunas personas sustituyen el cigarrillo por snacks o dulces.
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El metabolismo puede ralentizarse ligeramente durante las primeras semanas.
Incorporar en tu vida hábitos saludables como una alimentación equilibrada, el ejercicio físico y beber mucha agua puede ayudar a eliminar esos kilos que hemos puesto de más al dejar de fumar.
Mito 2 “Después de tantos años fumando, ya no vale la pena dejarlo”
¿Sabías que...? Los beneficios de dejar de fumar comienzan desde las primeras 24 horas. Tan solo en 20 minutos, la presión arterial y el pulso se normalizan. A las 12 horas, comienza a disminuir el nivel de monóxido de carbono en sangre. La circulación y la función pulmonar mejoran en solo 3 meses y a los 12 meses, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad.
Por ello, nunca es tarde para dejar de fumar. Esto va a hacer que mejore tu calidad de vida y aumente la capacidad respiratoria y la esperanza de vida.
Dejar de fumar siempre vale la pena, sin importar la edad o los años de consumo.
Mito 3 “Fumar poco no hace daño”
Algunas personas creen que fumar “solo un par de cigarrillos al día” o “solo los fines de semana” no representa un riesgo real. Pero este es uno de los mitos del tabaco más peligrosos.
Fumar de 1 a 4 cigarrillos diarios puede aumentar el riesgo no solo de sufrir enfermedades cardiovasculares, sino también otros tipos de cáncer relacionados con el tabaco, como el cáncer de pulmón.
Además, por si no lo sabías, el cuerpo desarrolla dependencia a la nicotina incluso con un par de cigarrillos al día, lo que dificulta controlar la cantidad con el tiempo.
Mito 4 “Los cigarrillos electrónicos son una alternativa segura”
Con la llegada de los vapers o cigarrillos electrónicos, ha surgido otro de los grandes mitos sobre dejar de fumar: sustituir el cigarro por una de estas opciones como "alternativa" o "paso previo" a dejar de fumar.
Aunque pueden parecer menos dañinos que el cigarrillo tradicional, muchos líquidos contienen nicotina y otras sustancias irritantes o tóxicas, como el propilenglicol o compuestos carbonílicos.
Además, no existe evidencia científica concluyente que demuestre que el vapeo ayude de forma segura a dejar de fumar a corto o largo plazo. En algunos casos, las personas acaban combinando ambos hábitos, lo que incrementa la exposición a sustancias nocivas.
Mito 5 “Dejar de fumar provoca más estrés”
Muchas personas afirman que el fumar un cigarrillo les ayuda a relajarse, y por eso creen que dejarlo aumentará su ansiedad o estrés.
En realidad, la sensación de calma que produce el tabaco es una ilusión temporal. Lo que ocurre es que, al fumar, se alivia el síndrome de abstinencia que provoca la falta de nicotina entre cigarrillos. Así que sí, el propio tabaco causa la ansiedad que luego “alivia”.
Los mitos sobre dejar de fumar y los mitos del tabaco han alimentado durante años falsas creencias que dificultan tomar decisiones saludables. Pero la realidad es clara: dejar el tabaco siempre es posible y tiene múltiples beneficios para la salud.
Tratamientos que ayudan a dejar de fumar
En la web de Farmaciadirect, encontrarás medicamentos para dejar de fumar, sin receta y formulados en diferente formato, como chicles, parches, pulverizadores bucales o comprimidos para chupar, con un bajo porcentaje de nicotina, que te ayudarán a abandonar el tabaco, como los de Nicotinell.
¿Cómo actúan? Liberan poco a poco la nicotina, aliviando los síntomas de abstinencia y reduciendo la ansiedad que provoca el fumar.
