
A veces, nos sentimos hinchados, sentimos que retenemos más agua de la que necesitamos en algunas zonas de nuestro cuerpo. En el siguiente post, te contamos qué tomar para la retención de líquidos, tanto para prevenirla como para mejorarla.
Qué es la retención de líquidos
La retención de líquidos, también conocida como edema, es una condición en la que se acumula líquido en los tejidos de forma excesiva, dando lugar a la hinchazón, sobre todo en la zona de tobillos, piernas, abdomen o manos. Se trata de un síntoma que puede aparecer por diferentes causas, pero que es importante controlarlo para evitar complicaciones que afecten a la calidad de vida de la persona que lo padece.
Síntomas de la retención de líquidos
Los signos más frecuentes incluyen:
- Hinchazón (edema) en algunas zonas del cuerpo como piernas, tobillos, pies, manos, abdomen o incluso el rostro.
- Sensación de pesadez, principalmente en las extremidades inferiores.
- Aumento de peso repentino, sin causa aparente.
- Reducción en la frecuencia y/o cantidad de orina.
- Piel tersa, brillante y, en ocasiones, con marcas tras hacer presión en ella.
- Rigidez en las articulaciones, dificultando el movimiento.
- Dolor, incomodidad, malestar en las áreas afectadas o sensación de piernas cansadas.
- Fatiga y cansancio de forma generalizada.
- Distensión abdominal o inflamación del abdomen.
- Empeoramiento de la celulitis.
Causas: ¿Por qué se retienen los líquidos?
La retención de líquidos se da porque esta agua pasa de los vasos sanguíneos a los tejidos y el sistema circulatorio o linfático no es capaz de reabsorberlo correctamente. Esta situación puede manifestarse a partir de una afección o alteración, pero también por llevar unos hábitos de vida no del todo saludables:
- Sedentarismo: La falta de movimiento y ejercicio físico hace que la circulación se dificulte.
- Comidas ricas en sal: Salar mucho las comidas hace que este exceso de sodio favorezca la acumulación de agua.
- Posturas estáticas: es decir, pasar mucho tiempo sentado o de pie o cambiar poco la postura, puede afectar a la circulación.
- Los cambios hormonales también pueden influir, como por ejemplo durante la menstruación, la menopausia o el embarazo.
- Ciertos medicamentos, como los corticoides, pueden favorecer la retención de líquidos.
- Insuficiencia venosa: esta afección, en la que las venas presentan dificultad para devolver la sangre al corazón, también puede contribuir a la retención de líquidos. Es común, sobre todo en las piernas.
- Algunas patologías de origen renal, hepático o cardiovascular.
¿Qué tomar para la retención de líquidos?
Hay veces que nuestro cuerpo necesita una ayuda extra para eliminar el exceso de líquido que tanto nos preocupa. En estos casos, debemos complementar nuestra alimentación con activos específicos presentes en los diuréticos naturales para la retención de líquidos. Estos son nuestros favoritos:
Aboca Lynfase Fluido Concentrado
El fluido Lynfase de Aboca contribuye a mejorar el drenaje de los líquidos corporales y el bienestar vascular. Nos encanta porque es un complemento alimenticio que contiene una alta concentración de:
- Activos diuréticos naturales, como el diente de león, vara de oro y ortosifón.
- Activos que estimulan la circulación, entre los que destacan el trigo sarraceno y el rusco.
Se aconseja tomar un frasco al día, preferiblemente por la mañana, diluido en un vaso grande de agua.
Aboca Lynfase Tisana
Las tisanas Lynfase cuentan con la misma composición que el fluido concentrado, aunque se diferencia en la forma de tomarlo. Ideal para amantes de las infusiones, se recomienda tomar una al día, a ser posible por la mañana.
Para disfrutar de una buena infusión, simplemente mantenga la tisana en la taza de agua hirviendo durante 5-7 minutos, tapando el recipiente.
Soluciones para la retención de líquidos
Te proponemos algunos consejos farmacéuticos que puedes aplicar de forma sencilla para prevenir y mejorar la retención de líquidos:
- Más movimiento y práctica de ejercicio físico.
- Cambiar de postura cada cierto tiempo.
- Reducir el consumo de sal en las comidas.
- Bebe 1-2 litros de agua al día.
- Controla el peso.
- Maneja el estrés.
- Utiliza medias de compresión si lo necesitas.
Todas estas recomendaciones están enfocadas a estimular la circulación para que los sistemas circulatorios y linfáticos puedan drenar correctamente. Recomendamos que, si tras aplicar todas nuestras recomendaciones, el problema no mejora o persiste, acuda al médico para que pueda valorar individualmente su caso.