Se caracterizan por sus propiedades antibióticas y antivirales de amplio espectro que pueden mejorar la salud, prevenir enfermedades y reforzar el sistema inmune. ¿Quieres saber cómo se aplican y cuáles son los recomendados? Sigue leyendo, te contamos todo sobre los aceites esenciales antivirales. La prevención es la clave. Para ello, es fundamental ventilar la zona de trabajo y mantener limpio el ambiente para evitar la propagación de virus y bacterias. Cuando se produce una infección, los aceites esenciales antivirales pueden promover una curación rápida, eficaz y natural. La gran ventaja de estos aceites esenciales es que son seguros para personas de todas las edades. Con el apoyo de la investigación científica in vitro, pueden producir una potente sinergia antiviral de amplio espectro. Cuando la fuente de la enfermedad es un virus, estos aceites atacan directamente al virus y lo inactivan. Además, fortalece el sistema inmunológico, evita las recurrencias y es un producto modelo para combatir todas las infecciones respiratorias (como resfriados y bronquitis).
Aceites esenciales antivirales
Los tres ejemplos más comunes de aceites esenciales antivirales son:
- Aceite Ravintsara: es una opción ideal para fortalecer el sistema inmunológico humano y prevenir y tratar la tos y diversas enfermedades respiratorias. Tiene un aroma similar al eucalipto y, a pesar de ser tan potente, no es un aceite esencial especialmente fuerte, por lo que es bien tolerado, sin efectos secundarios, e incluso pueden usarlo perfectamente los niños.
- Aceite esencial de Abeto Negro: es un gran antiséptico, alivia la tos y aporta un extra de energía en casos de astenia o fatiga.
- Aceite Esencial de Tomillo Linalol: puede activar y fortalecer el sistema inmunológico, es expectorante y muy adecuado para enfermedades respiratorias. Tiene efectos bactericidas y antivirales, y es una solución integral integral para cualquier tipo de patógeno.
¿Cómo utilizarlos?
Hay diferentes formas de aplicar los aceites esenciales antivirales. Aquí os decimos como:
- Usar un difusor primero. Añade 5 gotas de cada aceite esencial antiséptico al difusor para purificar el medio ambiente y liberar microorganismos que pueden ingresar al cuerpo humano a través del aire.
- Inhalación directa. Añade 5 gotas al pañuelo e inhale directamente. De esta forma, el tracto respiratorio aparece inmediatamente congestionado. Sus efectos balsámicos, expectorantes y antipiréticos (bajar la fiebre) ayudan a nuestro organismo a erradicar el agente infeccioso que provoca la fiebre.
- Aplicación. Añade 3 gotas de los aceites esenciales antivirales, a 10 ml. de un aceite vegetal portador. Extienda la mezcla en el pecho, la parte superior de la espalda y las plantas, preferiblemente por la noche. Si persisten las molestias, se recomienda volver a aplicar por la mañana.