La sarcopenia es una condición que afecta a muchas personas a medida que envejecen. En este artículo te explicamos qué es, cuáles son sus síntomas más característicos y qué estrategias puedes seguir para prevenirla o combatirla eficazmente.
¿Qué es la sarcopenia?
La sarcopenia es una condición que se caracteriza por una pérdida de masa, fuerza y función muscular de forma progresiva. Y suele aparecer en personas mayores de 50 años, intensificándose conforme avanza la edad.
Se trata de una alteración en los músculos que no solo afectaría al aspecto físico, sino que también afecta a la calidad de vida. Sobre todo cuando dificulta las tareas cotidianas como subir unas escaleras, levantarse de una silla o incluso cargar con sillas.
Además, este hecho también aumenta el riesgo de sufrir caídas y fracturas.
Síntomas de la sarcopenia
Estos serían los síntomas más frecuentes:
- Pérdida de fuerza y dificultad para poder realizar las actividades habituales del día a día.
- El volumen muscular disminuye y se sustituye por grasa.
- Aumenta la sensación de fatiga y debilidad física.
- Habría más riesgo de lesiones, como comentaba anteriormente, por caídas.
Perdida de masa muscular en la menopausia
Durante la menopausia, uno de los síntomas es la disminución hormonal, en concreto de los estrógenos. Y esto influye directamente en el tejido muscular y óseo. Lo que significa que:
- Disminuye la síntesis proteica, lo que favorece la pérdida de músculo.
- La grasa corporal sufre un cambio en su distribución.
- Habría también una reducción en la densidad ósea; esto afecta y se suma directamente al riesgo de caídas y fracturas.
¿Cómo podemos combatir la sarcopenia?
Habría algunas estrategias para combatir la sarcopenia eficazmente, y para prevenir y ralentizar el avance de esta enfermedad y sus síntomas.
- Realizando ejercicio físico: como entrenamiento de fuerza, pesas, bandas elásticas o ejercicios funcionales. También actividad aeróbica de forma moderada o caminar a paso ligero, natación o bicicleta.
- Mantener una alimentación equilibrada: sobre todo con proteínas de alta calidad que podemos encontrar en carnes magras, pescado, huevos, lácteos o legumbres. Aportar la suficiente vitamina D y calcio, que sería fundamental para los huesos y músculos. Y una hidratación adecuada.
- Complementos nutricionales: En algunos casos en los que las mujeres tienen menos ingesta de proteínas o tienen más desgaste, los complementos pueden ser de gran ayuda.
Algunos ejemplos que te aconsejaríamos en esos casos serían Meritene Fuerza y Vitalidad que tiene un gran aporte de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para contribuir al mantenimiento de la masa muscular y la energía diaria.
Podemos concluir con que el hecho de sufrir sarcopenia no significa que no podamos hacer nada para ralentizar su avance. Podemos ayudarnos de un estilo de vida activo, una dieta rica en proteínas o bien de complementos nutricionales adecuados.
Si tienes dudas sobre cuál sería el mejor para tu caso, puedes escribirnos a nuestro equipo farmacéutico para que podamos aconsejarte de forma personalizada.











































