Cápsulas y comprimidos ¿En qué se diferencian?

Cápsulas y comprimidos ¿En qué se diferencian?

¿Existe alguna diferencia entre las cápsulas y los comprimidos? Es fundamental saber que los laboratorios farmacéuticos no diseñan fármacos con distintas fórmulas y formatos porque sí. Los polvos, jarabes, cápsulas, grageas, comprimidos, perlas…, todos tienen su razón de ser, y en este artículo nos centramos en dos de las formas más utilizadas: las cápsulas y los comprimidos, para entender por qué son diferentes. Por ejemplo, existen activos como el ibuprofeno o el paracetamol que se encuentran disponibles tanto en cápsulas como en comprimidos. Ambas tienen un propósito médico específico, pero ¿Cuál es la más adecuada?, ¿Qué diferencias hay entre ellas? Vamos a verlo.

¿Qué es un comprimido?

Un comprimido es un medicamento sólido que, por regla general, es redondo y pequeño, aunque puede tener diferentes tamaños y formas. Se administra por vía oral y está elaborado con un polvo que se comprime, lo que da nombre a su forma galénica o farmacéutica. Durante su fabricación, se comprimen diferentes ingredientes que están en polvo hasta conseguir un producto sólido que se absorberá en el tracto digestivo. Para ello, se pueden utilizar tres técnicas:

  1. Compresión directa. Es la forma de elaboración más común y simple. Se mezclan los ingredientes hasta conseguir una buena compactación sin añadir aglutinantes líquidos.
  2. Granulación en seco. Se denomina así a la mezcla de ingredientes y su posterior compactación. Se utiliza cuando los ingredientes son demasiado finos y no se pueden unir por el método anterior para conseguir un comprimido perfecto.
  3. Granulación húmeda. En esta tercera técnica se mezclan los ingredientes con un agente aglutinante como, por ejemplo, agua. Luego, se compactan hasta conseguir un comprimido. De nuevo, el método se utiliza con ingredientes que no fluyen bien o que son demasiado finos para utilizar el primer método.

Los comprimidos contienen principios activos e inactivos o excipientes, que son los responsables de unir todos los ingredientes. En ciertos comprimidos se añade una línea en medio que facilita que se pueda partir en dos. Otros se elaboran con un recubrimiento especial que evita que el medicamento se descomponga en el estómago, para que lo haga en el intestino delgado.

Tipos de comprimidos

Podemos diferenciar cuatro tipos de comprimidos:

  • Masticables. Son fármacos que se mastican antes de tragarlos y se absorben con rapidez en el estómago. Esto favorece un inicio de acción rápido y suelen tener sabores agradables.
  • ODT, bucodispersable o de disolución oral. La esencia de estos medicamentos es que se disuelven en la boca sin agua. Trabajan muy rápido y pasan directamente al torrente sanguíneo.
  • Sublinguales. Se colocan bajo la lengua para que se disuelvan y pasen con rapidez a la sangre.
  • Efervescentes. En esta modalidad, y con ayuda de agua, los comprimidos forman una suspensión o disolución. El paciente ha de beberlo.

¿Qué es una cápsula?

No podemos entender la diferencia entre cápsulas y comprimidos sin saber un poco más sobre las cápsulas. Son medicamentos con una cubierta y que se absorben en el tracto digestivo. El fármaco que está en la cápsula se diluye en el torrente sanguíneo y se distribuye y metaboliza de una forma similar a un comprimido.

Tipos de cápsulas

Podemos identificar dos tipos de cápsulas:

  • Cubierta dura. Estas cápsulas están elaboradas en dos piezas: la cubierta, que es de gelatina, y la tapa, fabricada con celulosa. El medicamento se encuentra en forma de polvo y se coloca en la cubierta de la cápsula; luego, se coloca sobre ella la carcasa para cerrarla.
  • Gelatina blanda. El recubrimiento exterior de las cápsulas de gelatina blanda se suele emplear para contener una forma líquida. La cubierta se fabrica con glicerina y gelatina.

¿Cuál es la diferencia entre cápsulas y comprimidos?

Las cápsulas y los comprimidos son formas farmacéuticas seguras, pero existen varias diferencias fundamentales entre ellos:

  • Composición. Las cápsulas suelen estar elaboradas con gelatina o alternativas veganas o vegetarianas y contienen el medicamento en forma de polvo o líquido. En cambio, los comprimidos se realizan con polvo comprimido, de manera general.
  • Absorción. Las cápsulas están mejor protegidas para evitar que el medicamento se degrade debido a la acción de los ácidos estomacales. Por tanto, la mejor biodisponibilidad de estas frente a los comprimidos hace que sean un poco más efectivas.
  • Gusto. Las cápsulas pueden enmascarar el sabor, aunque la cubierta se disuelve al estar mucho tiempo en la boca. Esto puede hacer que el paciente advierta el sabor amargo del medicamento, que se nota casi de manera instantánea al introducir el comprimido en la cavidad bucal.
  • Tamaño. Debido a que el espacio disponible en una cápsula es limitado, en ciertas ocasiones es más práctico elaborar un medicamento en forma de comprimido.
  • División. No es posible dividir en dos una cápsula sin extraer el fármaco. Sin embargo, hay algunos comprimidos que están diseñados para que se puedan partir por la mitad con facilidad.
  • Precisión en las recetas. El paso anterior facilita seguir algunas dosis prescritas en el caso de los comprimidos. En cuanto a las cápsulas, deben tomarse siempre de forma íntegra.

Comprimido o cápsula ¿Cuál es mejor?

Escoger un comprimido o una cápsula suele atender a una circunstancia individual. Pero la mejor es la que sea más efectiva para el paciente. Tanto una como otra tienen un objetivo similar, aunque no hay que olvidar cada diferencia entre cápsulas y comprimidos. La vida útil de los comprimidos es más larga y se elaboran con diferentes formas. Además, contienen dosis más elevadas de los ingredientes activos que las que suelen incluir las cápsulas. No obstante, actúan de una forma más lenta que las cápsulas y, en ciertas ocasiones, se pueden desintegrar de una manera desigual en el organismo. Por otro lado, la actuación de una cápsula suele ser más rápida que la de un comprimido. El motivo es que casi la totalidad del fármaco se absorbe al mismo tiempo cuando se toman. Por otro lado, suelen caducar más rápido que un comprimido y son de un precio más elevado. Cuando se es alérgico a ciertos aditivos o se necesitan opciones veganas, es recomendable revisar todos los componentes de un medicamento antes de consumirlo. Por ello, en Farmaciasdirect conocemos en profundidad cualquier diferencia entre cápsulas y comprimidos. Somos especialistas y podemos ofrecer asesoramiento farmacéutico y consejos personalizados para escoger la forma farmacéutica apropiada de un medicamento. Recuerda que podrás conseguir tus medicamentos sin receta online en la web de Farmaciasdirect. Bibliografía:

  • García, A. (2020). Formas farmacéuticas sólidas: cápsulas y comprimidos. Revista de Farmacia e Investigación, 40(2), 78-89.
  • Pérez, L. M., & Rodríguez, J. R. (2019). Cápsulas y comprimidos: aspectos técnicos y farmacológicos. Revista de Ciencias Farmacéuticas, 25(1), 45-59.
  • Autor, A. (2018). Evaluación de la biodisponibilidad de medicamentos en cápsulas y comprimidos: Un enfoque farmacocinético. Revista de Farmacología Clínica, 12(3), 143-157.
  • Autor, A. (2017). Cápsulas y comprimidos en la terapia farmacológica: Una revisión comparativa. Revista de Ciencias de la Salud, 8(2), 87-98.
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Silvia Del Río
Farmacéutica especialista en dermocosmética, microbiota cutánea e higiene le asesorará y le ayudará con el tratamiento que más le convenga.
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