Este espejo sensorial con bordes crujientes en forma de hoja atraerá la atención de tu pequeño gracias a sus colores contrastados, su sonido crujiente al tocarlo y al reflejo del espejo. ¿Sabías que alrededor de los 6 meses comienza a sentirse sorprendido y atraído por su propio reflejo en el espejo? Incluso sonreirá al descubrirse a sí mismo y eso constituye un hito de desarrollo en sí mismo. En los meses posteriores, irá adquiriendo conciencia de su yo y de que esa personita que ve en el espejo es él mismo.
¡Un juguete perfecto desde el primer día! Además, es muy fácil de lavar.