El aceite esencial de árbol del té es, popularmente, muy conocido y uno de los más usados y demandados, actualmente, a nivel mundial. Podemos encontrarlo en multitud de productos de higiene y cosmética. Los aborígenes australianos ya lo usaban, tanto en infusiones como en friegas vía tópica, por sus propiedades antisépticas, que les ayudaban a mejorar el estado de su piel y a prevenir infecciones. La demanda mundial ha propiciado que se dediquen miles de hectáreas a su cultivo en Australia y otros países.